Un lugar familiar

Palabras: Romina Herrán / Fotos: Hilda Melissa Holguín

Micaela Payet tenía siete meses de embarazo cuando se mudó con su esposo, Aurelio del Solar, y su gato Malbec a este dúplex. El departamento tenía todo lo que la pareja estaba buscando: más espacio para la llegada de su primer hijo; una terraza grande, porque ambos adoran recibir gente en casa; una cocina con isla, ideal para él, a quien le encanta cocinar; y la entrada de mucha, pero mucha luz natural. “Te transmite una energía muy bonita y te hace sentir viva”, dice Mica.

Este departamento ha visto a Micaela convertirse en mamá y combinar ese descubrimiento de su hijo con su faceta de empresaria. Como codirectora de la agencia creativa Inout Comunicaciones, estar pendiente de los clientes, eventos, campañas y a la par, de un bebé tan pequeño, es todo un reto que se ve reflejado en la manera cómo su entorno se transforma y adapta.

En el departamento, una pintura de Beatriz Miró Quesada, la suegra de Micaela, destaca en el pasadizo de entrada. Inspirada en Pollock, es una de sus favoritas. La sala es un lugar que usa mucho: para tomarse un café, pasear al bebé en brazos o recibir a sus amigas; ahí, la obra de Alonzo Vega, el primo de Aurelio, es protagónico. Tanto, que en base a este cuadro (que Aurelio tiene desde antes de casarse), giró la decoración, que quiso ser más sutil para lograr un balance.

También en la sala se luce una lámpara que fue una herencia familiar y conserva la base antigua, pero con una pantalla más moderna elegida por Mica, y, al otro lado, cuelga una pieza de Pascale de Col, que fue un regalo por su boda, así como lo fue el jarrón de Kosta Boda, de la artista sueca Ulrica Hydman-Vallien. Quisieron que su nuevo departamento esté lleno de objetos con significado, que recuerden a la familia, los amigos y los muchos buenos momentos juntos. Sobre una mesa auxiliar, una luminaria de Di Pietra añade calidez al espacio. Podría decirse que una mezcla entre lo clásico y lo moderno marca su estilo.

Con años trabajando como productora de revistas, decorar es una de las pasiones de Micaela y su departamento es el espacio perfecto para plasmarla. En el comedor, la mesa de mármol es algo que ella siempre quiso. La diseñó a medida con su papá, el arquitecto Ernesto Payet; incluso, fueron a buscar la piedra juntos. Completar este ambiente es su siguiente proyecto en casa, pues quiere mandar a hacer un espejo para la pared y añadir una consola.

La terraza en el segundo nivel, llena de plantas y con vistas a la ciudad, es quizá el ambiente que más disfrutan Micaela y Aurelio, tanto cuando están pasando un tiempo en pareja, como para su espíritu de anfitriones. “Siempre hay personas en el depa y hacemos un montón de parrilladas. Mi esposo es un parrillero estrella”, dice Mica.

El pequeño Aurelio, que nació en abril, tiene un cuarto que fue la prioridad de Micaela apenas se mudaron al depa. Ella se encargó de todo, desde definir los muebles que se necesitaban a medida —como el sillón-cama azul— y comprar el resto de mobiliario y objetos prácticos y decorativos, hasta mandar a hacer el papel tapiz y encargar una obra de arte con una artista trujillana. Sobre todo, quería que la habitación de su hijo transmitiera paz. Y ya se proyecta para crear una futura área de juegos.

El dormitorio principal, por otro lado, aún es un trabajo en proceso, porque quiere comprar una cómoda y empapelarlo.  Las pinturas sobre la cama, que su abuela le trajo desde Italia, son las piezas a las que más cariño le tiene e iban a la perfección con las tonalidades neutras de su habitación.

La amplitud y disposición del dúplex es ideal, porque ambos trabajan desde casa y cada uno puede tener su propia oficina. Usualmente se levantan temprano por la mañana, salen a caminar o van al gimnasio, toman desayuno en la cocina y, luego comienzan con su rutina laboral. “Por más que los dos estamos en la casa, no nos chocamos todo el día y, de esta manera, no nos saturamos”, se ríe Mica. La mayoría de los días almuerzan y cenan juntos, pero claro que disfrutan de escapadas por algún restaurante o bar. Darse tiempo y espacio es parte de la vida en familia que ya están creando.

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