Palabras: Fiorella Iberico / Fotos: Hilda Melissa Holguín
La fotógrafa Deyna Hamideh vivía con sus padres y se encontraba en la búsqueda de un nuevo lugar para establecerse. Esta decisión seguía a una serie de experiencias significativas en su vida. A la par, Richard Ángeles, su pareja, estaba explorando la posibilidad de invertir en un departamento con el propósito de alquilarlo. Había encontrado uno en Miraflores que estuvo a punto de comprar, pero Deyna, con la corazonada de que podía haber algo mejor, le sugirió que continuara buscando. Juntos, indagaron anuncios en línea hasta que finalmente encontraron una propiedad en San Isidro. El precio, la ubicación y el encantador jardín fueron factores determinantes en la elección.





Desde mayo del 2022, el departamento estuvo disponible en AirBnb para alquiler. Aunque el modelo resultaba rentable, a Richard le agotaba las gestiones administrativas, así que comenzó a considerar la posibilidad de un alquiler a largo plazo. Por su parte, Deyna había seguido en la búsqueda del espacio propio. Fue entonces cuando ella sugirió que se lo alquilara. Y así se concretó la decisión. Ha transcurrido un año desde que inició su nueva vida aquí.
Cariñosamente, al edificio lo llaman “chifa New York” debido a su peculiar fachada. Este edificio, construido en la década de los sesenta, no tiene grandes pretensiones, pero encierra una arquitectura única y cautivante. Sus residentes, en su mayoría, son personas mayores. No hay conserje ni puertas eléctricas, todas se abren con llave. Tampoco hay junta de propietarios ni menos grupo de WhatsApp de vecinos. Cuando la administradora necesita comunicarse con Deyna, simplemente toca a su puerta. Ella hace lo mismo para cualquier consulta o coordinación.
Tanto Deyna como su novio comparten una fascinación por las construcciones antiguas. Mientras él vive en un departamento con un toque sesentero en Miraflores, ella tiene su estudio de fotografía en un edificio histórico del Centro de Lima. “Cuanto más antiguo el espacio, mejor”, dice Deyna.






Pasa la mayor parte del día en casa. Usa mucho su escritorio para editar sus fotos y para empaquetar los pedidos de su marca de zapatos de autor, Eyna. El depa también es un punto de encuentro social: hasta hace poco, la cantautora Fernanda Perochena fue su roommate, y solían recibir a sus amigas dos o tres veces por semana. Richard, quien es músico, tiene su estudio cerca, y pasa por el departamento de lunes a viernes. Esta casa es el epicentro de la vida cotidiana y el trabajo de Deyna, un lugar donde la creatividad y la convivencia se entrelazan de manera natural.
El estilo de decoración no sigue una pauta específica, sino que se rige por la inspiración del momento. Deyna encuentra elementos decorativos que la cautivan y luego va a la Cachina de Surquillo a buscarlos. Después, los incorpora gradualmente en el espacio. Salta a la vista su inclinación por el rosa y su gusto por mezclar colores. Aunque la creación del ambiente no es obra exclusiva de ella, ya que comparte este interés con Richard. A menudo, se sientan juntos en la sala para planear futuras mejoras y modificaciones. Con un toque de humor, Deyna cuenta: «Ya tenemos planeados los siguientes siete proyectos del depa».
Entre sus planes para el lugar se incluyen poner porcelanato en el jardín para crear una pequeña terraza, instalar papel tapiz en la sala y agregar unas molduras, así como remodelar la cocina. Ambos están siempre dispuestos a dar vida a nuevas ideas y proyectos en la casa.





Una de las actividades que la pareja disfruta es pasear por el barrio para observar la arquitectura. Suelen recorrer una zona a lo largo de la Avenida Salaverry, donde destacan algunas casonas antiguas. Les apasiona observar las diversas formas de las puertas, los delicados detalles de las ventanas y apreciar la arquitectura en su conjunto. Deyna confiesa que durante el día se envían fotos de espacios que les parecen bonitos, lo que demuestra su profundo interés por este tema.
El gusto por el interiorismo le viene desde chica. En su adolescencia, usaba sus propinas para comprarse muebles y decoración para su cuarto, el cual transformaba constantemente. Sus amigas la tildaban de excéntrica. Antes de llegar a este depa, vivió en dos espacios diferentes, y en cada uno de ellos experimentó hasta cinco versiones distintas de diseño. Se declara una experta en pintar paredes y darles un nuevo aspecto de un día para otro. Su habilidad casi instintiva para decorar es una parte esencial de su identidad.






Siente que sus preferencias en decoración han ido evolucionando con el tiempo, influenciadas por lo que la inspira en cada etapa de su vida. Le encanta ir a exposiciones de diseño, hojear revistas de arquitectura y profundizar en el mundo de la arquitectura en todas sus facetas. Sus paseos a pie a menudo se convierten en oportunidades para tomar fotografías y estudiar detenidamente las casas que le llaman la atención: portones, rejas, colores, todo queda registrado. Cuando viaja, destina un día completo para explorar la arquitectura y el diseño del lugar que visita. Todo esto enriquece aún más su universo creativo.
